Uno de los mayores y mas cercanos pulmones de la ciudad, los Montes de
Málaga se encuentran a solo unos minutos por lo que hoy es una
pintoresca carretera comarcal plagada de ventas cuya gastronomía
contrasta con la ofrecida por los chiringuitos costeros, recordándonos
la no muy conocida faceta rural de una ciudad que además de contar con
la fama de sus costas cuenta igualmente con una interesante oferta de
interior.
Sus orígenes se remontan a las repoblaciones hidrológico-forestales que
se llevaron a cabo desde los años 30 a fin de proteger a la ciudad
contra las frecuentes inundaciones del río Guadalmedina, en un
importante esfuerzo por recuperar una densidad arborea que en muchos
lugares había llegado a desparecer como consecuencia del avance de los
cultivos, especialmente de los viñedos. La especie mas utilizada para
ello fue el pino carrasco, que hoy convive junto a encinas, alcornoques,
quejigos, castaños, nogales, chopos, fresnos, madroños, mirtos, al
garrobos, diversas especies de jaras, brezos, labiadas, palmitos,
retamas, tomillos, ahulagas, esparragueras etc.
Se accede por la comarcal C-345 conocida popularmente como "carretera de
los montes" o también "la cuesta de la reina".
En su interior encontramos una red de caminos forestales perfectos para
el senderismo o disfrutar de un paseo en bicicleta. Hay además zonas
habilitadas para la acampada libre (en el Parque de Torrijos con entrada
por Fuente de la Reina, y en El Cerrado) o simplemente pasar un buen día
de campo.
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